Se trata de una bella esposa, de figura curvilínea y sumamente exitosa en el trabajo, pero su tonto marido no sólo parece no saber apreciarla, sino que además accidentalmente la ofrece a la boca de otro chico sin saber nada. No haber investigado cuidadosamente y elegir al azar un masajista para su esposa es su mayor culpa. Si conoció a un masajista amable y profesional, no habría nada que decir, sino que eligió el nombre correcto para un masaje que era a la vez erótico y. obsceno. Sexy y atrevido. Con muchos años de técnicas de masaje y experiencia en la profesión, no le resultó difícil hechizarla y fácilmente dejarla sin resistencia alguna al realizar abiertamente sus actos depravados. Ella pensó que después de ese tiempo se lo diría a su marido y regañaría a ese centro, pero no, como él sabía estimular la excitación y hacer felices a las mujeres, ella no dudó y siguió ocultándoselo en secreto a su marido más especialmente. después de días de trabajo estresantes.
